martes, 19 de mayo de 2009

¿Cómo Reconocer a Libra?




Libra



Libra no tiene intención de ser grosero, pero te enderezará
el cuadro que está torcido en la pared y te apagará el
televisor demasiado estridente. Le encanta la gente, pero
no soporta las aglomeraciones. Como diligente paloma de la
paz, anda por ahí mediando en las rencillas ajenas y
remendando situaciones, pero también a él le gusta discutir.
Es afable y cordial, pero también puede ponerse hosco, y se
resiste a recibir órdenes. Son nativos sumamente
inteligentes, y al mismo tiempo increíblemente ingenuos y
crédulos. Capaces de hablar hasta dejarte sordo, cuando se
trata de escuchar son una maravilla. Son inquietos pero
rara vez se dan prisa o se precipitan. ¿Estás completamente
confundido? Pues no eres el único.

No pienses que porque su símbolo sea la áurea balanza de la justicia,
todos los Libra han de ser siempre perfectamente
equilibrados, aunque la deducción parezca 1ógica. Después
de todo, el propósito de la balanza es el equilibrio. Sin
embargo, ¿has presenciado alguna vez el proceso de
equilibrar una de esas antiguas balanzas?
La meta definitiva es emparejar los dos platillos, pero
¿qué sucede? Primero baja un lado, después el otro. Suben y
bajan, y se va agregando hasta que el equilibrio es
perfecto.

Incluso cuando alguien de Libra está
enojado, se las arregla para tener aspecto
tranquilo, o neutral por lo menos. Las voces de Venus son
por naturaleza dulces y claras como campañas, y es raro que
su dueño la fuerce hasta convertirla en un ruido chillón o
desagradable. Un nativo de Libra es la única persona en el
mundo capaz de decirle a uno "Me tienes harto y te voy a
romper las narices" con tanta dulzura como si entonara un
villancico.
Las mujeres son casi invariablemente bonitas, y los hombres
generalmente buenos mozos, lo que no quiere decir que toda
la gente hermosa que hay en el mundo sea Libra; la belleza
de Venus constituye una clase por sí sola, y no siempre es
fácil separarla del buen porte de otros signos solares.

Ahora bien, uno podría pensar que haber nacido atractivo y
con hoyuelos, buscar la belleza y el amor, ser agradable y
fácil de conformar es una especie de bendición. Tal vez
imagines, lector, que la dulzura y la inteligencia, la
comprensión y la gracia son los dones de un hada madrina.
Puede que tengas razón. Cuando la balanza de Libra está en
equilibrio, esta gente es una delicia; es como encontrarse
un ángel salido del paraíso. El problema es que el hada
madrina sigue tocando con su varita primero un platillo de
la balanza y después el otro, manteniendo a Libra en un
perpetuo vaivén.

Aunque van en pos de la armonía, son muchos los Libra que
se complacen en los excesos de la comida, la bebida o el
amor, con lo que ponen todo patas arriba y la armonía se va
al diablo. Alguna vez encontrarás nativos de este signo que
son muy poco armoniosos.

Si hay cerca de ellos alguien bien
dispuesto, esperarán a que les sirvan. Cuando
la balanza desciende al punto del letargo, es imposible
mover a Libra sin una pala mecánica. Hablara, leerá,
bostezará, dará una cabezada, estará viendo la TV o se
quedará mirando por la ventana, sin que parezca capaz de
llegar al dormitorio (aunque se las arreglara). No habrá en
el mundo gritos ni rezongos que le impresionen; es como si
estuviera en otro planeta.

Es posible que lloren, abrumados por
el sentimiento, para después mostrarse
sarcásticos y mas tarde tan alegres como el primer día de
la primavera, pero no se trata de la dualidad de de Libra.
Está constantemente, por turno, profundizando primero en
una emoción y después en la otra; no es lo mismo que el
completo cambio de carácter de los gemelos Géminis.
Como si tuvieran un instinto de cordura, la mayoría de los
Libra se mantienen mental y físicamente sanos, evitando por
lo general los problemas graves de cuerpo y mente. La mayor
amenaza para su salud son los excesos de todo tipo: comer
dulces puede provocarles obesidad, trastornos digestivos y
manchas en la piel.

El carácter de Libra está compuesto de partes
aproximadamente iguales de bondad, dulzura, honestidad,
gusto por la discusión, negativa a dar su brazo a torcer,
1ógica e indecisión. Más vale ir examinando en detalle los
ingredientes.

En todo este constante proceso de
deducción 1ógica, su intención es ser justo; Libra teme
igualmente aparecer como prejuicioso, como acusador injusto
o como creyente a ciegas. Lo que él busca es la auténtica
verdad, el equilibrio exacto que dé la respuesta correcta,
después de haber sopesado todas las posibilidades.
Es un rasgo admirable, ciertamente, pero tanto andar
pesando puede hacer que una persona normal se vuelva loca,
e incluso el mismo Libra puede estar en un estado de
indecisión constante.

Es gracioso que Libra niegue siempre inmediatamente la
indecisión de su carácter. Lo primero que dice cuando uno
le describe su signo solar es: <
descripción es inexacta; a mi, realmente, no me
corresponde>>.

Cuando la balanza se desequilibra,
el radiante optimismo se convierte en pánico silencioso,
por efecto del aislamiento y la depresión. Cuando se logra
el equilibrio, el resultado es una perfecta armonía entre
la chisporroteante riqueza del intelecto y los cálidos
efectos del corazón. El secreto de Libra está en las
estaciones. En invierno siente demasiado frío, y en verano
demasiado calor; necesita combinarlos en una primavera y un
otoño perfectos.


El hombre Libra



Con este hombre tendrás un consejero gratuito. Tendrá la
solución perfecta para todos tus problemas, y una respuesta
para cada pregunta que le hagas. Pero será inútil que
esperes de él la respuesta a todos tus sueños de doncella:
algunos te los cambiará, y te discutirá los otros.

Así y todo, es mi deber advertirte que una vez que estés
atrapada y enredada en el encanto de Libra, no te será
fácil escapar. Tratar de zafarse del abrazo de un oso es
cosa fácil, comparado con el esfuerzo de liberarte de un
hombre Libra. Si intentas escapar, te persuadirá con
argumentos tan lógicos e inteligentes que no tendrás la
menor esperanza de rebatirlos a menos que te hayas graduado
en Derecho.

Por otra parte (para usar la muletilla favorita de él)
habrá veces en que la balanza de Libra se enloquezca a
fuerza de contradicciones. Tendrás que gritarle, arrojarle
al lago o colocarte cabeza abajo para conseguir que te
preste atención y obligarle a hacer una jugada.

Para el varón Libra medio, tomar una decisión no es tarea
menos agotadora que domar un búfalo salvaje; y una vez
tomada, si sospecha que cometió un error, puede cambiarla
sin previo aviso.

La palabra amor y la palabra Libra son prácticamente
sinónimos. Libra inventó el romance, y lo refinó hasta
convertirlo en un arte, con un virtuosismo que Leo,
Escorpio y Tauro -lo que es decir mucho- no pueden igualar.
Para Libra, las delicadas estrategias de Cupido son
talentos innatos.

Hasta los noventa años, por lo menos, Libra no perderá
interés en el sexo opuesto. Si es feliz en su matrimonio,
puede ser un interés puramente académico, pero es una
materia que jamás le aburrirá.

Como al varón Libra el arte de amar se le revela con tanta
facilidad -y con precocidad tan asombrosa- y como casi
siempre sus excursiones románticas por la selva del amor
terminan coronadas por el éxito, se enmaraña con muchísimas
enredaderas. Libra no pretende herir los sentimientos de
nadie, pero ignora beatíficamente el dolor que puede causar
cuando se pone de ánimo discutidor.

Es imposible negar la tendencia a la versatilidad en los
hombres Libra. Especialmente durante la juventud, tienden
al jugueteo. El impulso natural de Libra le lleva a estimar
las posibilidades de una mujer de cada tres o cuatro que
encuentra, para ser su auténtica compañera del alma. Es
frecuente que sufra una confusión irremediable entre
amistad y amor.

Libra no le interesa demasiado desenterrar tus secretos.
A primera vista puede parecerte que si, pero pon mas
atención. Es frecuente que se le escapen cosas que pasan
bajo sus propias narices. Todo el mundo se dará cuenta,
salvo el. Aunque discuta hasta que el infierno se congele,
su propósito no es rastrear motivaciones personales, sino
recrearse en teorías abstractas, para poder llegar a un
juicio equilibrado.

Sus preguntas no se dirigen a descubrir
la oculta neurosis de nadie. Simplemente, desea aislar los
hechos y volverlos a colocar en el lugar adecuado.
Brillante en la 1ógica y astuto en la nacionalización,
discutirá los pros y los contras, y su conclusión será las
más de las veces certera, exacta, sensata y práctica.

Le basta con los hechos y no necesita más. A su
juicio, la profunda penetración del carácter que pueden
mostrar Piscis, Escorpio o Acuario enturbiaría la claridad
de la imagen que él ve. Instintivamente siente que esas
honduras psicológicas no son su línea, y es verdad.

Libra se negará a conocer las experiencias
traumáticas que produjeron la primera o de los
profundos y arraigados sentimientos de inadecuación que son
el origen de la segunda. Libra es el juez, y el juez se
dedica a tomar sabias decisiones basadas en un cuidadoso
estudio de los hechos.

Aunque quiera complacerte, será raro que muestre
la suficiente comprensión de tus calladas esperanzas para
que satisfaga todos tus anhelos (salvo que tenga un signo
de agua en el ascendente, o que la Luna este en un signo de
agua). El simple hecho de que técnicamente sea un amante
experto no basta para que en relación con tus estados
anímicos sea la personificación de la empatía. Ya le cuesta
bastante hacer frente a los suyos propios. Nada puede ser
mas irritante que lo que sucede cuando corres hacia él a
contarle lo profundamente que alguien te ha herido. Tú
quieres que te compadezca, y ¿con qué te encuentras? Su
primera pregunta será: <<¿Y tú que le hiciste?>>.

Si estás enamorada de un Libra, y
segura de que las cosas tienen que ser así,
adelante: ve y proponle todo lo que quieras proponerle,
incluso el matrimonio. Se sentirá aliviado de que tú tomes
la iniciativa. Pero ten cuidado con esa veta de perversidad
que le lleva a dejarte decidir a ti y después, cuando las
cosas no marchan bien, señalarte alegremente: <
la decisión, no yo>>. Si no estás segura de que sabes lo
que haces, la discusión no terminará nunca.



La mujer Libra




En el más viril y recio de los varones Libra
encontrarás algún rasgo del sexo opuesto, y
la misma jugarreta le hace Venus a sus
compañeras femeninas. Libra puede ser tan
delicada como un vaporoso conejito
blanco, y su voz un dulce susurro persuasivo.

Puede vestirse con sedas y encajes, y llevar el pelo fragante de
colonia. Hasta puede parecerte una muñequita que podrías
levantar con una mano "aunque un ascendente Tauro o
Sagitario la haría bastante mas pesada".

Pero con toda su feminidad, la dulzura de sus modales y el encanto de su
gracia, esta muchacha se encuentra sorprendentemente cómoda
usando pantalones, y le caen perfectamente. Sus procesos
mentales siguen una lógica masculina y, en cualquier
discusión que se te ocurra emprender, pueden estar a la
altura de los tuyos, y hasta superarlos ocasionalmente...
aunque el aspecto femenino de Libra es, generalmente,
demasiado astuto para permitir que te des cuenta de eso
hasta no haber pasado sana y salva la meta de la luna de
miel. Durante la estación de conquista Libra se cuidará muy
bien de ganarte una partida de ajedrez, pero no se pasará
la vida manteniendo su agudeza mental oculta tras los
graciosos hoyuelos. En algún momento te verás enfrentado
con el despliegue de su potencia cerebral.

La mayoría de las mujeres Libra sacarán a relucir su
ingenio tan pronto como se presente un tema que ofrezca la
menor posibilidad de discusión.

Con Libra, cualquier cosa termina
siendo seis de un lado y media docena del otro, de modo que
todo resulte igualado.) Si te niegas a morder el anzuelo,
ella discutirá consigo misma. Una chica Libra es capaz de
empezar sola un altercado, de seguirlo sola y terminarlo
sola, majestuosamente. Es posible que tu única contribución
sea un "pero, ¿por qué?" o "a mi no me lo parece", pero
en ocasiones es todo lo que ella necesita para lanzarse a
un brillante monólogo que puede durar una hora, o mas.

Mientras dure, sin embargo, es probable que tú te sientas
inundado por su encanto. Cada tres frases, mas o menos, se
encenderá esa deliciosa sonrisa, insoportablemente, hasta
que termines cambiando de opinión con tan poco esfuerzo
como ella cambia de sexo al asumir las prerrogativas del
hombre para después convertirse de nuevo en una conejita
mimosa. Te convencerá con lógica, pura y clara, sin que tú
pierdas mucho, a no ser tu orgullo, que tampoco echaras
demasiado de menos, bajo el hechizo de esa fascinante
sonrisa. Y por lo general tiene razón, porque sus
decisiones son tan cuidadosamente sopesadas como las del
Tribunal Supremo. Las mujeres Libra no necesitan que se las
empuje mucho para poner en marcha una comparación verbal
entre dos puntos de vista cualesquiera.

Aparte esa tendencia típica de su signo a pesarlo todo dos
veces para estar segura de no equivocarse, puede ser una
mujer estupenda para un hombre que se sienta atraído por el
amor, el compañerismo, o ambas cosas. Su tendencia a
discutir se basa en un sincero deseo de llegar a una
decisión imparcial.

Además, la mayoría de sus opiniones van formuladas con un tacto
diplomático que en alguna medida suaviza el golpe.

Tal vez la mejor manera de hacer que valores a tu mujer
Libra sea darte un rápido panorama de lo que pasaría con
los otros signos solares en una situación simple.

Ya ves que lo único que se puede decir de Libra es
que es justa y que procura llegar en todo a un juicio
equilibrado.

La mayoría de las chicas Venus trabajan antes y después de
casarse. Buscan el dinero por las cosas bellas que con el
se pueden comprar.

No le gusta trabajar sola, y es literalmente incapaz de
vivir sola. Cuando visitan a un astrólogo, a las mujeres
Libra no les interesan, realmente, más que dos preguntas:
Si no es una, es siempre la otra. Ya sea <<¿Cuándo conoceré
a alguien a quien realmente ame?>>, o bien <<¿Cuándo
encontraré a alguien con quien establecer un negocio?>>.
Para ella el matrimonio es una empresa conjunta, y las
reglas son casi tan estrictas como las de una organización
corporativa. Tú eres el presidente de la asociación y
recibes los honores de tal. Ella es la presidenta del
Consejo de Administración, la que a su manera, femenina y
protectora, impedirá que tú cometas errores.

Por término medio, las mujeres de Libra son muy
intelectuales y están dotadas de sorprendente poder para el
análisis, que te puede ser realmente útil para ayudarte a
resolver problemas de negocios. Libra rara vez deja que sus
emociones le impidan llegar a una decisión desapasionada o
a un punto de vista equilibrado.

Son muchas las gratificaciones que se derivan de la
convivencia con una mujer Libra. Jamás te abrirá las cartas,
porque simplemente no se le ocurriría semejante vileza.
Jamás revelará tus secretos comerciales a los amigos ni te
pondrá en situación incómoda en presencia de tu jefe.

Es posible que tu hogar parezca uno de esos anuncios de las
revistas, con un alfombrado de pared a pared. Los colores
estarán armonizados y los muebles serán de buen gusto. Los
cuadros colgarán derechos, y generalmente las comidas se
servirán a la hora en punto.

Para Libra, ser mujer es una especie de
trabajo de dedicación exclusiva y dura toda la vida, y en
algún momento alcanzará la perfección.

La próxima vez que se produzca una situación
de emergencia en la familia, abre bien los ojos y ya verás
quien es la que mantiene la estabilidad del barco.

Una madre Libra amará y cuidará tiernamente a sus hijos,
pero... ¿la verdad?, ellos irán después que ti. Son los
socios minoritarios, pero tú eres el presidente de la
compañía, y eso es un hecho básico que Libra jamás olvidará.
Les dará un gran trozo de su corazón, pero jamás dejará que
se adueñen del rincón que te entregó a ti antes de que
ellos llegaran. Si con sus juegos perturban tu descanso,
puede mostrarse muy estricta, y si te desobedecieran se
enojaría mas que si la desobedecen a ella. De pequeños, tus
hijos serán dulces y limpios, y pulcros y corteses de
adultos... si es que tú no los echas a perder, a lo que
ella no se opondrá porque el dueño y señor eres tú. No es
más que otra de esas decisiones que posiblemente dejará en
tus manos para no correr ella el riesgo de equivocarse. Las
madres Libra, generalmente dulces, pueden ser firmes cuando
es necesario. Nunca descuidarán a sus hijos ni los
ignorarán, pero la verdad es que si Libra decidió ser madre,
fue ante todo para darte a ti más felicidad.

la balanza de Libra siempre termina por
equilibrarse. Si uno de los platillos baja un poquito,
añade algo de afecto en el otro, y ya subirá. Si el otro se
inclina bajo el peso de una excesiva tristeza, quítale un
poco con tu comprensión y reencontrarás su hermosa armonía.
¿Que otra mujer podría tener el porte de una princesa
cuando la llevas al baile y después, en un abrir y cerrar
de ojos, atarse las botas, ponerse el mono de leñador y
ayudarte a cortar la leña para el fuego? Le sobra gracia
para lo primero y fuerza para lo segundo. Si a nadie se le
ha ocurrido componer una canción con el nombre de tu amada
Libra, escribe tú una melodía con tiempo de vals, bien
ritmada, y dedícasela.



El niño Libra


¡Vaya, ¡que bebé tan hermoso! Los padres de
los bebés de octubre oyen con tanta frecuencia estas palabras que
bien se les puede perdonar que se enorgullezcan. El pequeño
Libra parece efectivamente un ángel rosado y regordete,
sacado de las páginas de un libro de cuentos. Con su
expresión dulce, y esos gratos rasgos venusianos, tan bien
equilibrados, es encantador. Rara vez ocurrirá que, furioso
y con la cara congestionada, chille y patalee en su cuna, o
que aplique a mami un puñetazo en la nariz mientras ella
procura darle el biberón.

la lección más importanteque hay
que saber para criar a un niño Libra: nunca le
hagas elegir, pues es incapaz de tomar decisiones.
Si hay algo que un niño Libra detesta más que tomar una
decisión es tener que tomarla deprisa. No le acoses.
Los niños Libra cuyos padres han alterado su delicado
equilibrio insistiendo constantemente en que se decidan con
demasiada rapidez suelen tener de adultos una verdadera
neurosis con las elecciones. Sugiérele con suavidad la
solución, una y otra vez. Terminará por encontrarle la
vuelta, y a vencer una de sus mayores dificultades.
La tensión le desquicia, como si fuera un cuadro
mal colgado. Cuando los adultos apresurados meten
a la fuerza una personalidad joven en un molde que no
le corresponde, pueden deformarla para siempre.

También te será útil tener presente la razón que explica
las vacilaciones de tu hijo. La mente de los niños Libra
está hecha para buscar la verdad. Son niños de buen corazón,
y deseosos de ser imparciales. A tu pequeño le espanta la
idea de cometer un error o equivocarse en un juicio. No
quiere herir tus sentimientos, pero su naturaleza le obliga
a buscar una respuesta equilibrada antes de decidirse a
hacer las cosas de una forma atropellada.

Si tu retoño Libra es objeto de falsas acusaciones de
terquedad, reflexiona un poco. Tal vez tengas demasiado
alto el volumen de la radio o del televisor. Los colores de
su dormitorio pueden ser la causa de que duerma mal de
noche. Los tonos chocantes y chillones pueden provocar
constantes altibajos en su equilibrio emocional. Todos los
matices del azul y los tonos pastel le calmaran eficazmente.

Verse obligado a ser testigo de cualquier forma
de violencia puede hacer que algo muy
profundo de él quede destruido para siempre. Ya de bebé
verás que se estremece o tiembla cuando oye un ruido súbito.
Los niños Libra necesitan paz, silencio y descanso en
grandes dosis.

Esto nos lleva a otro problema: el de la holgazanería de
Libra, que en realidad nada tiene de tal. Son niños que
juegan mucho y durante mucho tiempo, y después deben
descansar. Pero eso no es ocio, es recuperación. El ritmo
de Libra le exige periodos de actividad seguidos de otros
de reposo; es la única forma en que puede mantener su salud
emocional y física.

Los adolescentes de ambos sexos tendrán la casa envuelta en
una constante nube de romance, y los amores juveniles serán
tantos que tendrás la sensación de vivir en una especie de
campamento sentimental, pero también eso pasará. Algún día
repicarán las campanas de la boda y tu vástago Libra
constituirá una hermosa familia: tranquila, equilibrada,
armoniosa y discutidora.


Extracto del libro “Los signos del Zodiaco y su carácter”
Autora: Linda Goodman

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